4 octubre, 2025

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The Hives: "No hay en el mundo una banda como nosotros "

En Suecia, una de las 11 naciones monárquicas europeas, la tradición de la coronación de los reyes es considerada anticuada, al punto de que el último soberano en protagonizar tan pomposo acto fue Oscar II en 1873. Luego de su muerte, en 1907, las túnicas de investidura pasaron a transformarse literalmente en piezas de museos. De hecho, Carlos XVI Gustavo, el actual rey de Suecia -el que más tiempo vivió para contarlo, ya que lleva 51 años al frente de la corona-, asistió a su entronización vistiendo el uniforme de la marina de su país. Este deseo de apelar por la moderación tiene un nombre en el idioma sueco: “lagom”. Significa “ni demasiado ni muy poco” o “en su justa medida”. Sin embargo, más que una palabra, es un tipo de filosofía de vida que aboga por la moderación y el equilibrio.

Desatendiendo a esta bajada de línea cultural, Pelle Almqvist, cantante de The Hives, suele recordar con esa ironía que lo distingue que el quinteto de garage rock que encabeza es la “mejor banda de rock en vivo del planeta”. Y eso lo dejó en evidencia, una vez más, en su último paso por Buenos Aires, en noviembre de 2023. Por eso no causa ninguna sorpresa la foto que ilustra el arte de tapa de su nuevo álbum, en la que los nativos de Fagestra aparecen ataviados con la supertúnica que la realeza del otro lado del Atlántico lucía durante su época de esplendor. Eso respalda además la denominación de este trabajo: The Hives Forever, Forever The Hives. Sintagma que podría ser interpretado como la tradicional proclamación de “Muerto el rey, ¡que viva el rey!”.

“No sé qué hice, pero lo volveré a hacer en un instante. ¿Seguiré así hasta morir? Incluso cuando la condición no sea la de ganar, no lo harás todo de nuevo: hacelo igual”, versa la canción que da título al disco. Si bien es cierto que en el pasado los nombres de sus álbumes parecieron historias de cómic de proporciones heroicas, en esta ocasión funciona como una suerte de manifiesto sobre la reinvención de The Hives. A tan sólo dos años de la aparición de su anterior colección de canciones, The Death of Randy Fitzsimmons, los nórdicos despacharon 13 tracks influidos por el punk más sucio y caótico. A pesar de que aseguran que cada material que ponen a circular es mejor que el anterior, este disco se puede considerar el definitivo en la obra del grupo. Y es que hurga en el espíritu rockero de sus miembros.

“Es la primera vez que hacemos algo así”, dice Almqvist al otro lado del zoom. “A lo largo de nuestra carrera, siempre nos gustó hacer una gira que durara tres años, y luego colapsar y olvidar quiénes somos durante otro año más. Entonces intentábamos empezar de nuevo. Pero en este caso estuvo mejor: apenas terminamos la gira, fuimos directo al estudio de grabación. Pensamos que esa fórmula tal vez podía hacer la diferencia y por suerte acertamos. Las canciones no se originaron todas de esa manera, aunque esa forma desastrosa que elegimos terminó impactando en el resultado. Como nos gustan mucho los Ramones, New York Dolls y esas cosas, aprovechamos el ímpetu para inyectarle esa energía a los nuevos temas. Y la verdad es que me gusta lo que conseguimos”.

Los guiños no terminan ahí: una canción como “Paint a Picture”, por ejemplo, está marcada por el sonido de los antisistemas Buzzcocks o The Stranglers. Mientras que “O.C.D.O.D” invoca al Iggy Pop más iracundo. Una vez que se sale a la superficie, después de nadar en esos 33 minutos torneados por el salvajismo y la crudeza, la sensación que se desprende de The Hives Forever, Forever The Hives es la de una especie de “grandes éxitos” hilvanado a partir de la cultivo del legado. “La idea surgió de los discos que nos gustan, donde siempre había una colección de singles. Supongo que eso es lo que se percibe en este material”, conjetura el frontman. “Así que simplemente intentamos hacer un grandes éxitos con canciones nuevas. Queríamos que cada canción sonara como un single”.

-¿Ésa fue siempre la idea inicial?

-Nunca lo pensamos así, el concepto surgió en el camino. Por eso se nos dificultó terminarlo. Cuando decidimos que cada canción sonara como si fuera un single, nos llevó tiempo equilibrar todo lo que habíamos hecho. Pero creo que finalmente lo logramos. Quizás hubo artistas que hicieron lo mismo que nosotros, pero te aseguro que nadie lo intentó de la manera que The Hives lo hizo. Después de 30 años como banda, estamos en la cima de nuestro potencial.

-Contaste que los temas no estaban listos durante su última gira. ¿Tuvo algún tipo de impacto shows como el que dieron en la Argentina, hace dos años, al momento de definir las nuevas canciones?

-Esa gira sudamericana fue de gran inspiración para terminar el disco, nos dio un montón de ideas. Ustedes son un público pasional y exigente, y estas canciones combinan ambas sensaciones. Ahora veremos cómo evolucionan en el show en vivo porque arrancamos la gira a fines de agosto. Primero presentaremos el disco en Europa y luego nos espera Norteamérica (como parte de este tour, The Hives se presentará el 1° de febrero de 2026 en cancha de Huracán, compartiendo grilla con My Chemical Romance).

-En el arte de tapa de The Hives Forever, Forever The Hives se los ve por primera vez sin esos trajes que alternan el blanco y el negro. ¿Cómo se vestirán ahora para tocar?

-Por primera vez no llevamos el mismo uniforme del disco en el escenario. Hicimos réplicas de la Corona de San Eduardo, que es la que usó el Príncipe Carlos en su coronación. Al parecer, es la corona más icónica, así que las llevaremos puestas con capas de terciopelo.

-Aparte de la potencia de su performance, otro rasgo que despunta de sus recitales es su gran sentido del humor. Incluso, a veces el público deja de poguear para poder reírse. Esta cualidad desaparece cada vez más en el rock.

-No te olvidés de que somos parte de la realeza del rock (el arte de tapa alude también a este latiguillo de la banda), somos un gran grupo sueco de rock y además somos ambiciosos. Nosotros nos tomamos muy en serio el rock, creemos en la diversión, al igual que el público. No tiene sentido tocar rock si no intentamos divertirnos. Si no, sería una comedia. Esto trata acerca de compartir alegría, y hacer feliz a la gente y a nosotros mismos. Si estamos felices, sonreímos y contamos un chiste. Eso es todo.

-En esta parte de Occidente, el imaginario sobre el sueco está más cerca de la perfección y la seriedad que de la gracia. Al igual que ABBA, ustedes ayudaron a generar un punto de inflexión en esa apreciación.

-Siempre contrastó la imagen de la cultura sueca con respecto a la realidad o la música. Creo que es bastante seria porque todo el tiempo está oscuro, llueve, hace frío y nieva. Así que hay algo de seriedad, pero también hay un humor diferente que quizá no es tan evidente. Me parece que los suecos somos bastante graciosos, a pesar de que tenemos monólogos terribles y la comedia cinematográfica no es muy buena. Somos famosos más bien por las historias de detectives y el cine negro escandinavo. Supongo que es algo muy comercial, como vender dulces, o como algo serio y tímido. Pero queríamos ser lo opuesto a ese tipo de sueco y lo hicimos reaccionando contra las tradiciones.

A propósito de ABBA, The Hives Forever, Forever The Hives fue grabado en parte en RMV Studio, propiedad de Benny Andersson, integrante del icónico cuarteto de música pop. De hecho, allí se reunieron sus integrantes en 2018 para registrar sus primeras canciones en 35 años. No obstante, Pelle Almqvist asegura que no se sintió ni inspirado y mucho menos tocado por la musa del grupo, porque musicalmente se encuentra en la vereda de enfrente. Eso sí, llegaron a compartir anécdotas y cafés con Andersson. La otra mitad del séptimo disco de la banda también se grabó en Estocolmo, en el estudio YEAR0001. Su dueño es el rapero sueco Yung Lean, una de las figuras más influyentes del cloud rap, microgénero del hip hop basado en su estética de bajo presupuesto.

Para la producción de sus álbumes, el quinteto siempre se rodeó de todoterrenos en ese papel. Así fue el caso de Pharrell Williams y Timbaland en el disco The Black and White Album (2007). Luego de unir fuerzas en sus primeros trabajos de larga duración, esta vez la banda volvió a llamar a su compatriota Pelle Gunnerfeldt. Este año, el músico también descolló en calidad de coproductor de Viagra Boys, el nuevo disco de la sensación sueca del post punk Viagra Boys (recientemente se confirmó que serán parte del line up de Lollapalooza Argentina 2026). El crédito lo compartió con Mike D, miembro del legendario grupo de hip hop Beastie Boys. En tanto Josh Homme, capitán de Queens of the Stone Age, colaboró ​​en la elaboración del álbum como asesor.

“Empezamos a grabar el disco con Pelle Gunnerfeldt, con quien hemos trabajado desde nuestro primer álbum (Barely Legal, 1997). Él es el mejor en Suecia grabando a todos los miembros de una banda a la vez”, destaca el cantante. “Debido a la impronta de estas canciones, que tienen ciertos matices de cuándo éramos un grupo en ascenso, nos pareció que estaba buenísimo tenerlo en este disco. Era casi imposible entusiasmarse con algo que no fueran las canciones. Cuando llegó al estudio Mike D, a quien lo convocamos para el proceso de la mezcla, nos pusimos nerviosos al punto de que Pelle empezó a tropezar con cables y todo lo que tenía adelante. Es que todos quedamos como maravillados. Esa combinación fue un importante impulso de energía para las sesiones”.

-¿Fue difícil convencer a Mike D para que trabaje con ustedes?

Lo llamé por teléfono para ver cómo podíamos hacer y me dijo “Me caen muy bien. Son de las pocas bandas que suenan bien con dos guitarras, al igual que AC/DC, Blondie y The Strokes». Me pareció extraño porque Television y The Rolling Stones también tienen dos violeros y suenan tremendos. Pero creo que le gustamos porque nuestros dos guitarristas (Nicholaus Arson y Mikael Karlsson Åström) suenan como uno.

-¿Y por qué lo eligieron a él?

-Porque fuimos fan de Beastie Boys desde niños, desde que escuchábamos “Fight for Your Right” hasta “Ill Communication”. Siempre nos pareció que sonaban modernos, sonaban más punk que la mayoría de las bandas de punk de la época, de ese palo californiano. “Sabotage” era una canción de rap con un solo hardcore y fue un éxito mundial.

Mike D estuvo involucrado en los temas “Paint The Picture”, “O.C.D.O.D.”, “Born A Rebel” y “The Hives Forever, Forever The Hives”. “También hubo otro que hicimos, pero al final no quedó. Básicamente, lo que hizo fue reversiones de The Hives”, revela el líder de la banda creada en 1993, quienes llegaron a girar junto a los Beastie Boys en Australia, en 2004, donde se produjo esta conexión. “Le enviábamos maquetas y luego él hacía una versión en su pequeño estudio de los Beastie Boys, y nos la mandaba. Tomábamos algo de ese material y lo mezclábamos para nuestra versión. Llegó a venir al estudio en Estocolmo, donde estuvo un par de días. El simple hecho de que supiera de nosotros nos copaba un montón, así como que aceptara trabajar en este disco”.

-No fue la primera vez que Josh Homme mete mano en un disco suyo, pero en ahora lo incluyeron en los créditos como “asesor”. ¿En qué los orientó?

-Hablamos mucho sobre las canciones. No habíamos estado juntos en el estudio, pero somos amigos, así que nos veíamos cuando estábamos en Los Ángeles o donde fuera. Le tocábamos las canciones y él nos daba algunos consejos.

A razón del dejo salvaje que atravesó a The Death of Randy Fitzsimmons, el quinteto sueco intentó en esta oportunidad hacer un balance entre esa impronta y la estructura clásica de la canción pop. Pero al escuchar las mezclas preliminares, que sonaban vitales y ásperas, y las versiones más pulidas, Almqvist afirma que todos los que estuvieron cerca del proceso de este material (hasta su sello discográfico) se decantaron por esa estética urgente. “Básicamente, es nuestra fuente de inspiración. Detestamos que nuestras canciones no suenen enérgicas. Nos cuesta mucho bajar el ritmo y sonar a medias porque eso no se siente como The Hives”, justifica el cantante y compositor, quien cuando se sube al escenario se presenta con su apodo, “Howlin’ (en honor al mítico cantante de blues Howlin’ Wolf).

Esa energía también está impresa en la lírica del repertorio, que tuvo en “Enough Is Enough” su primer corte promocional. Aunque el mandamás (autor de todas las letras) reconoce que fue una reacción inconsciente. “Llevamos mucho tiempo discutiendo en la banda sobre cuál es la frase más genial para abrir una canción de rock”, explica. “Eso es algo importante, es una especie de declaración de intenciones, y la nuestra se inspira en eso. En el caso de ‘Enough Is Enough’, fue tan exagerado que discutimos si debíamos usarla o no (el tema abre diciendo: ‘Todos son unas malditas perras y me estoy cansando de esto. Fui al médico porque estaba harto, harto de las tonterías de todos’). Pero me alegra que haya abierto así. Esa canción, al igual que ‘Bad Call’ y ‘Legalise Living’, vive su vida con cierta furia”.

-Tomando en cuenta que hay muchas fichas puestas en este disco, ¿qué expectativas tienen?

-Nos sentimos muy bien con todo lo que está pasando con el disco. Parece que va a tener mucho éxito, y estamos planeando los recitales y las giras más grandes que dimos en nuestra carrera. Así que ahora mismo la sensación es que todo está fluyendo muy fácil. Es un buen disco y a la gente le gusta. Lo que resta es presentarlo.

-Por lo que contaste, a la humildad la mandarán a guardar por un buen rato.

-No sé por qué piensan que no somos humildes. Lo que pasa es que no hay banda como nosotros en todo el mundo. Ya verán que éste es nuestro tiempo, el tiempo de The Hives.

Spotify

En el centro de la polémica

El año próximo se cumplirán dos décadas de otro aporte de la imaginería sueca al mundo: Spotify. Sin embargo, lo que inicialmente se transformó en una herramienta sumamente útil para la música, terminó por precarizarla. No sólo eso: en los últimos tiempos mostró su lado censor, lo que quedó expuesto en el conflicto israelí-palestino. ¿De qué modo? Porque su CEO Daniel Ek fundó Prima Materia, empresa que inyectó capital al fabricante de drones Helsing. Esto último provocó que varios artistas se bajaran de la plataforma de streaming, entre los que sobresale la banda australiana King Gizzard and the Lizard Wizard. Pese a que The Hives se mantiene en su catálogo, Pelle Almqvist opina que su pasado optimista quedó bien atrás.

“Creo que fue una excelente opción”, dispara. “Es genial para vos como consumidor porque podés escuchar toda la música del mundo al mismo tiempo, y cuesta muy poco en comparación con comprar discos. Realmente, es muy barato. Pero, pese a las ganancias que genera, el dinero ha estado en los bolsillos de muy poca gente. No me gusta el dinero, no soy usurero, aunque sí me preocupa demasiado que eso pase. Suena bastante mal que el dinero no vaya a parar a quienes crean la música. Es ridículo. Ni siquiera nosotros ganamos mucho dinero en Spotify, lo utilizamos más que nada como una herramienta promocional. Permite que la gente escuche nuestro disco, y, si le llega a gustar, pueda comprar una entrada para nuestro show”. 

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